En un lugar de ensueño...

domingo, 11 de mayo de 2014

El ESC más internacional y el mito del Brunch

¡Froher Muttertag! ¡Feliz Día de la Madre!

Lierni, vienes con una semana de retraso. No, de hecho, pues en Alemania el Día de la Madre se celebra el segundo domingo del mes de mayo, es decir, hoy. Y desde aquí aprovecho para felicitar a mi amatxi, zorionak ama zure egunean eta mila esker munduko amarik onena izateagatik! <3

A todo esto (bueno no, a todo esto no, porque no viene nada a cuento, pero siento la necesidad de decirlo abiertamente), ayer sábado 10 de mayo tuvo lugar uno de los eventos musicales que más me gustan y del que me declaro fan, o como se dice, eurofan: Eurovision Song Contest 2014.

Se corrió el rumor de que muchos alumnos internacionales se juntarían en el Marstall Café para el evento, donde pondrían una pantalla enorme para que nadie se perdiera detalle (vale, ¿puedo hacer el chiste de que vimos alguna actuación hasta con PELOS y señales? Ejem, qué gracia tengo. Y aquí vendría mi ama por detrás diciéndome eso de "alábate burro que nadie te alaba"). 

El festival comenzaba a las 21 horas, pero decidimos ir antes para pillar sitio. Decisión acertada visto el panorama. No pudo ser a primera fila, pero sí a primera fila del segundo piso, que era un sitio incluso mejor. Gracias amigas alemanas que decidieron dejar su mesa libre, os lo agradecemos.


Fran y yo ya teníamos a nuestros favoritos después de haber visto las semifinales del martes y del jueves (ojo al dato, ¡Fran se trasladó hasta Copenhague para verla en directo!). Países Bajos y Suiza para él, Armenia y Suecia para mí. Así que decidimos pintarnos las banderas de nuestros favoritos en las mejillas con los rotuladores que trajo Cristina. Aunque me haya lavado la cara unas cuatro veces, aún sigo con marcas. Espero que se vayan para mañana, no quiero aparecer así en clase de interpretación.




Los últimos minutos previos al festival se nos hicieron eternos, ¡no podíamos esperar más! El ambiente era increíble. Había un grupo de estudiantes españoles que habían llevado banderas, bufandas e incluso bocinas para animar a España. Españoles tenían que ser... Eso de ser discretos no es lo nuestro jajajaja. Que por una vez en años España consiguió entrar entre los 10 primeros, ¡bien hecho Ruth!

Francia fue la encargada de darle ese toque friki que nunca falta en el festival esta vez (los pobres quedaron últimos con 2 puntitos, se ve que no caen bien en Europa los pobriños) con el peinado jimmyneutroniano del cantante. Pero no negaré que la canción era muy pegadiza jajajaja.

Y Polonia hizo que aquello se convirtiera en Pornovision. No comentaré más sobre esto, ejem. O también tuvimos a Islandia y a Dinamarca con su "Scooba-dooba-dap-dap-di-di-die", que llenaron el festival de alegría, color y positividad. Me gustaron.

Hubo un par de momentos de enamoramiento repentino, que nunca faltan. Pasó primero con los representantes de Finlandia, especialmente en el caso de Cris con el batería (la muchacha tiene debilidad por los baterías parece ser). También pasó con el cantante de Suiza y sus silbidos; las palabras sobran, omá.

El festival transcurrió con emoción y con dudas de quién quedaría en mejor posición, de quiénes estarían entre los 10 y los 5 más votados. Después de haber escuchado a todos los participantes, Fran nos obligó a rellenar un papel con nuestros favoritos, a ser posible 10 y en su defecto un mínimo de 5 favoritos. Este fue mi top 10:
  1. Armenia
  2. Suecia
  3. Dinamarca
  4. Suiza
  5. Finlandia
  6. Hungría
  7. Italia
  8. Noruega
  9. Ucrania
  10. Grecia
Pero a medida que iban avanzando las votaciones y nos íbamos zampando las guarrerías que habíamos llevado para poder aguantar 3 horas de festival, se veía más claro que el país ganador sería Austria, a cuyo representante bautizamos como Das, pues en alemán das es el artículo neutro. Si visteis el festival lo entenderéis perfectamente.

Ahora me pongo un poco seria. No es que no me haya gustado la canción (que también), pero desde luego (lo intentaré decir de la manera más suave y políticamente correcta posible), no creo que haya necesidad de ir a un festival así a llamar la atención de esa manera para ganar, porque desde luego no me parece una canción ganadora visto el nivel de canciones que había este año. Y al fin y al cabo, el nombre lo dice todo: Eurovision SONG Contest. Es un festival de canciones. No tengo nada en contra de Conchita Wurst y me parece una persona admirable por romper con los tabúes de la sociedad de esa manera, pero ESC no es la plataforma adecuada para eso. Lo he dicho suavemente, ¿verdad? Bieeeeeeeeeen.

Algunos se fueron de fiesta cuando acabó el festival. Yo (con mi indignación ante el gusto musical de Europa), Isa, Clara, Iñigo y Mateo decidimos volver a casa, pues me tenía que pasar la mañana del domingo trabajando en mi discurso para la clase de interpretación. Sigo en ello, pero me he tomado un descanso para escribir algo en el blog.

Por una razón o por otra, este domingo también nos hemos quedado sin Brunch. Cada mes, la Marstall Mensa elige un domingo y abre el buffet para poder desayunar allí a lo grande. No sé cómo lo hacemos (en verdad sí, saliendo de fiesta el día anterior), pero siempre nos lo perdemos. Y hoy tocaba. Pero nos lo hemos vuelto a perder.

Excepto aquella vez que dijimos que esa vez sí que iríamos y solo aparecimos Kurt y yo. Pero bueno, fue un desayuno completo y en buena compañía. ¡Y gratis! Me gusta la palabra gratis... Había de todo: leche, yogurt, cereales, galletas, tostadas, mermelada, mantequilla, Nutella, fruta, zumo... ¡Así es como se empieza un domingo, sí señor!



Es lo que pasa si la tropa decide salir de fiesta un sábado previo al Brunch, que a la mañana siguiente no son lo suficientemente persona como para aparecer. Pero está claro que nos lo pasamos bien, que es lo que cuenta.



 Y vuelvo con mi discurso de interpretación a la de 3, 2, 1... ¡Ya!

Auf Wiederschreiben!

1 comentario:

  1. Las banderas nos favorecen jaja!
    Yo también creo que Austria ganó porque Das era una mujer con barba, no por la canción (las habías mejores), la voz ni el directo. Siempre pensé que no conseguiría gustar a los jurados tanto como para llevarse el triunfo pero, ahora que no hay vuelta atrás, sólo me queda cruzar los dedos para que Eurovisión 2015 no sea un desfile de travestis.
    Por lo demás, olé por Suiza, Finlandia, Grecia, Armenia y Países Bajos (¡que fueron segundos!). A ver si el año que viene seguimos en ESA línea...

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